Mientras que en algunos mercados mundiales se comienzan a vislumbrar disrupciones de suministro fruto del dislocamiento de las cadenas de abastecimiento, por el momento contamos con un inventario robusto de materias primas que nos permitirá mantener el suministro ininterrumpido por todo el período venidero. Nuestro principal reto será anticipar con mayor exactitud la demanda que tendría el mercado ante un escenario incierto, lo que nos llevará a ser más flexibles en nuestra forma de operar y atender de la mejor manera a nuestros clientes.

Como parte de nuestra línea estratégica “Cultura centrada en el cliente”, ya veníamos desarrollando nuestros canales digitales con el objetivo de proveer a nuestros clientes herramientas de autoservicio, tales como nuestra nueva página web, con una interfaz moderna y fresca que permite al cliente tener información relevante sobre la empresa y nuestro portafolio de productos, así como un módulo de cotización online y un portal mediante el cual, los clientes pueden consultar informaciones relevantes sobre sus pedidos y cartera.

Igual adoptamos herramientas de pago online para evitarle al cliente tener que pagar por medios físicos y/o tener que desplazarse a una sucursal bancaria
para hacer pagos. Estas soluciones funcionarán no solo ahora en el momento que atravesamos, sino también en un futuro donde las reglas de distanciamiento social podrían permanecer por un plazo mayor de tiempo, e inclusive podrían convertirse en un “nuevo normal”. Por otro lado, en este momento ha sido de mucho provecho para nosotros haber invertido en el pasado en infraestructura tecnológica, específicamente en plataformas de comunicación virtual, lo que nos ha permitido la continuidad del negocio a través del teletrabajo y estar en contacto con nuestros clientes en todo momento de la cuarentena. Seguiremos trabajando para generar conveniencia y apoyar nuestros clientes en cualquier escenario.

Vulnerabilidad y medidas

Vemos que toda la cadena constructiva podría verse impactada, ya que la eventual baja de la actividad económica nos afectará a todos. Si los clientes finales deciden aplazar inversiones en viviendas, locales comerciales, habitaciones de hoteles, desarrollos industriales, entre otros, tendremos un menor nivel de actividad constructiva en general. Entiendo que debemos actuar todos en conjunto para buscar la mejor ecuación para la sostenibilidad de la cadena constructiva, pensando desde aspectos financieros hasta eficiencias en métodos constructivos, para proveer una propuesta de valor y costos competitivos y poder mantener a los clientes interesados. Otra oportunidad para mantener al sector apuntalado, es el desarrollo de construcción de infraestructura por la vía de acuerdos público-privados (APPs) que pueda estar necesitando nuestro país y/o países de la región.

Como empresa hemos acompañado diariamente la evolución de la pandemia COVID-19 y los impactos que esta puede causar en la rutina de nuestros
colaboradores, sus familias y también para nuestro negocio. Para mantener un ambiente de trabajo seguro, seguimos las recomendaciones de las
entidades de salud locales, así como las buenas prácticas que han aplicado otros países y negocios alrededor del mundo.

Hemos implementado una serie de medidas para mitigar el riesgo de transmisión de la enfermedad en nuestra empresa, entre las cuales se encuentran:
medidas de distanciamiento de las personas, como ha sido la coordinación de trabajo remoto para grupos de colaboradores, limitación de uso de espacios,
utilización de herramientas digitales para reuniones virtuales; también hemos dispuesto la cancelación de todos los viajes, eventos y capacitaciones no
críticas como una forma de evitar aglomeraciones; hemos colocado estaciones adicionales para la desinfección de las manos y aumentado la frecuencia
de limpieza y desinfección de superficies de trabajo y áreas comunes.

Reforzamos continuamente el correcto lavado de las manos, así como también hemos dispuesto el uso general de mascarillas para nuestros colaboradores y de guantes para los colaboradores de áreas de mayor riesgo.

El principal desafío para el sector será el pronto acoplamiento de las mejores prácticas para mantener a sus equipos sanos y seguros mientras llegamos a un estado de disminución de los nuevos casos de infección, así como en el período que seguirá donde aún no habrá vacuna para el COVID-19. La industria de la construcción no puede convertirse en un foco de mayor propagación.

Para ello hemos trabajado hombro a hombro todos los actores relacionados a la construcción en el país, tales como la industria del cemento, concreto, así como los principales gremios de la construcción, para elaborar un protocolo de medidas y mejores prácticas a implementar no solo en nuestras empresas, sino también en el eslabón logístico de entrega de materiales a los comercios y obras. Dicho protocolo fue construido y consensuado no solo entre los actores, sino que contó con insumos de homólogos en distintos países donde la industria de la construcción ha permanecido funcionado, tales como Estados Unidos, Costa Rica, Alemania, entre otros.

Lo primero que debemos tener claro es que saldremos del momento de crisis, por ende, debemos actuar de cara a un futuro que aunque podría ser más incierto de lo esperado, será distinto al momento actual de dificultad. Con optimismo y cautela se lograrán tomar las mejores decisiones para el futuro de las empresas.

Algunas medidas a tomar serían revisar las estrategias y priorizarlas, redireccionarlas y, además, generar nuevas estrategias mirando el corto y largo plazo. Todo momento de crisis, es momento de observar oportunidades de cómo mejorar sus procesos, atender mejor a los clientes y ver qué nuevos rumbos podemos tomar como empresas.

 

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Autor: Jefferson Marko, MBA

CEO Gerdau Metaldom

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