Muchos empresarios de la construcción se encuentran en el dilema de volver a trabajar, pero a la vez tienen temor que sus empleados y obreros se contagien. Entonces, ¿cómo podemos decir: “manos a la obra”?

Retos a lo interno de la empresa (colaboradores)

Es cierto que según estudios internacionales, el sector construcción es una categoría de actividad con baja probabilidad de exposición al contagio por coronavirus. En el área corporativa o de oficina tenemos claro cuáles son las medidas a tomar, pero ¿somos conscientes de qué debemos hacer en una obra en construcción? ¿Tenemos conciencia de cuáles son las medidas a tomar antes, durante y después de la jornada laboral?

Para el Gobierno es sumamente importante que el sector construcción se reactive, ya que este representó el 12% del PIB del año 2019. Pero a su vez este reactiva otros negocios y empresas que aseguran la estabilidad laboral de muchos dominicanos. Ejemplo: ferreterías, empresas de fabricación de block, cemento, puertas, ventanas, pinturas, etc.

Aquí algunas pautas para que desde que el Gobierno nos diga “¡a trabajar!”, podamos estar listos con nuestra nueva realidad que conlleva convivir con un virus llamado COVID-19.

Primero: educar a nuestros obreros que respeten las medidas generales preventivas básicas:

• Buenas costumbres sociales: Prohibido los saludos dando la mano, abrazos o similar. No compartir comidas, vasos, cubiertos, botellas, etcétera entre
compañeros.

• Buena higiene respiratoria: Al toser o estornudar, taparse la boca con el antebrazo. ¡Nunca usar las manos!

• Buena higiene de manos: Lavarse las manos con agua y jabón frecuentemente, principalmente luego de haber estornudado, durante un mínimo de
20 segundos, si no se dispone, entonces entregar envases con soluciones hidroalcohólicas.

• Buena higiene ambiental: Reforzar la limpieza en las áreas comunes, baños y áreas de comida y bebidas.

Segundo: medidas antes de iniciar las labores:

• Tomar en cuenta el traslado de los obreros a la construcción. No permitir la salida luego de la entrada a la obra. Evitar los entra y sale.

• Organizar el acceso y la entrada, estableciendo turnos, para que se mantenga la distancia de seguridad.

• Tomar temperatura a la hora de entrar. Si es superior a los 38 grados devolver a sus hogares y monitorear otros síntomas.

• Todos deben lavarse las manos y ponerse los guantes apropiados al oficio y la mascarilla en el caso de ser necesaria (obreros, subcontratistas y suplidores).

• Establecer horarios y zonas específicas para la recepción de materiales o mercancías. Prohibir las visitas no esenciales para el manejo de la obra y
restringir las visitas no imprescindibles.

Tercero: medidas durante las labores de la obra:

• Intensificar las labores de limpieza en los baños y áreas comunes. Preferiblemente eliminar las áreas de comida, lo correcto es que el obrero coma en su
área de trabajo. Lo ideal es tener un solo suplidor de alimentos o que el empleado lleve su comida.

• En la medida de lo posible, distribuir el trabajo en áreas para mantener la distancia de seguridad (1.5-2 metros). La planificación de la obra tomará en cuenta la distribución de los equipos de trabajo para disminuir las coincidencias de brigadas cerca, en la medida de las posibilidades.

• Lo ideal es no compartir herramientas y, de ser necesario tener un protocolo estricto de desinfección. En ningún caso se compartirán protectores auditivos u oculares ni los arneses.

• Al recibir los insumos y materiales, tener un protocolo bien establecido.

• Tratar de evitar el contacto entre el personal de la obra y el personal de oficina. Utilizar las herramientas tecnológicas disponibles.

Cuarto: medidas al finalizar las labores de la obra.

• El trabajador deberá, siguiendo este orden, lavarse las manos con todo y guantes durante 20-30 segundos con agua y jabón, quitarse la mascarilla, la ropa de trabajo colocarla en una funda y luego quitarse los guantes, bañarse inmediatamente.

• Dejar limpias las herramientas para el siguiente día.

• Mantener limpios la ropa de trabajo y el equipo de protección individual.

Quinto: al otro día de trabajo volver a empezar el ciclo hasta que se vuelva costumbre.

El coronavirus va a convivir con nosotros por un tiempo, así que en vez de quejarnos vamos a actuar con responsabilidad.

La responsabilidad ante suplidores y clientes

¡Manos a la obra! Pero, ¿cuáles son los retos ante Suplidores y Clientes? Retos a lo externo de la empresa:

Suplidores

El coronavirus ha sacudido la sociedad, la economía nacional y mundial. Este brote pandémico ha tomado desprevenidas a empresas e industrias enteras, y ha ocasionado efectos nocivos en las cadenas de suministros y a negocios.

Este sector no se escapa de esa realidad y se enfrenta a grandes retos dentro de los que podemos mencionar:

• Escasez de materia prima, componentes o productos terminados. El cierre de muchas fábricas o disminución en su línea de producción, la clausura de
las fronteras de China y de muchos países de Europa para contener el virus traerá como consecuencia que algunos de los materiales de la cadena de suministro pudieran presentar una escasez de componentes.

• Planificación de la demanda. Para los suplidores del sector construcción, ahora le es difícil planificar la demanda de la forma que hasta ahora estaban
acostumbrados, que en la mayoría de los casos era en base al historial de ventas; todavía no tienen claro cuál será el comportamiento luego de la pandemia. Le recomendamos asumir y hacer tres escenarios de proyecciones (conservadora, esperada y agresiva).

• Morosidad en los cobros. Otro factor que hay que adicionarle es que se enfrentarán a una alta morosidad en los cobros o cuentas incobrables, personas han perdido sus empleos, pequeñas empresas han quebrado, tenemos más de 40 días sin trabajar, las entregas de los proyectos, sin duda, se retrasarán.
Entonces, se debe hablar con los suplidores para que nos permitan un aumento en la línea de crédito y en el tiempo de pago. Nuestro suplidor también deberá crear estrategias para incentivar las ventas y cobros a través de ofertas y descuentos por pronto pago, entre otras estrategias.

Retos con Clientes

Hace unos días estuve conversando con unas amigas de cuál sería el futuro del sector inmobiliario a partir del “día después” y hubo diferentes opiniones en este sentido. Unas opinan que caerá otras que crecerá, pero la realidad es que se tienen que tomar medidas, aunque el mercado en estos momentos se encuentra en una etapa difícil de pronosticar.

Pero aquí les dejo tres preguntas que se tienen que evaluar.

• Requerimientos actuales de los clientes, ¿variaron o no?

Luego de más de 40 días encerrados en nuestros hogares, posiblemente las necesidades y requerimientos de nuestros clientes hayan cambiado. Debemos conocer, luego de esta pandemia, qué quieren y necesitan nuestros clientes, qué tipo de vivienda, con qué distribución (Ej. ¿Con balcón o sin balcón?), con cuáles amenities, etc. Ahora el que va a realizar un proyecto nuevo necesita realizar una investigación de mercado para no quedarse fuera de
la jugada y poder reaccionar ante la nueva necesidad.

• Los precios. ¿Tendré que reajustar? Creo será inevitable un reajuste en los precios a corto plazo, habrá una sobreoferta y el comprador tendrá poder de negociación. La buena noticia es que los bancos mantendrán tasas bajas (medida segura para reactivar la economía) y una vez pasen los momentos más críticos, la recuperación, a mi entender, será mejor que la esperada ya que las inversiones inmobiliarias continuarán siendo un sector importante para la inversión.

• Cómo puedo lograr nuevas ventas ante esta nueva realidad.

Definitivamente la tecnología jugará un papel preponderante en este sentido. Esta pandemia ha acelerado algunas tendencias ya existentes como son
las visitas virtuales a inmuebles que, sin lugar a dudas, vino para quedarse y será la forma de vender o alquilar un inmueble sin necesidad del traslado físicamente. Si esto lo apoyamos con la aprobación de la firma electrónica emitida recientemente, podemos decir que la forma de vender y comprar en el sector inmobiliario está cambiando.

A todos le recomiendo, no esperen al día después para reaccionar, hoy ya es tarde, “manos a la obra”.

 

 

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Autor: Sarah Estévez, MAN

Socia-Consultora de Strategy Solutions

división Human Solutions

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