¿Has escuchado alguna vez la expresión que reza: “Una madre nunca se equivoca? Pues en la historia de Melchor se cumple en cada letra. Su padre quería que él fuera abogado, pero su madre siempre decía que él ya era ingeniero. Al final estudió Derecho, pero dejemos que él mismo nos cuente qué pasó.

Melchor es un trabajador incansable, y lo es desde niño. Nació en la cuidad de Santo Domingo fruto del matrimonio de Melchor Alcántara Sánchez y Alba Damirón Maggiolo. Alcántara estudió desde preescolar hasta bachillerato en el Colegio Santa Teresa, donde se graduó con honores, para luego ir a la universidad. Fue así como obtuvo su título universitario con el grado cum laude de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Además, cuenta con una maestría, graduado suma cum laude en Finanzas Corporativas en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC); y estudios de Administración de Empresas en las universidades UPEN, Philadelphia, y Temple University, Estados Unidos.

Al hacer memoria, recuerda que: “Durante mi infancia mi padre me entusiasmaba para que estudiara Derecho. Era un buen argumentador, según él. Mi madre, por su parte, le decía a mi padre que no insistiera en eso pues yo era ingeniero. Nunca entendí por qué hablaba con esa seguridad”, nos cuenta Melchor. “Finalmente estudié Derecho y me convertí en abogado; cursé estudios de administración en Estados Unidos e hice una maestría en Finanzas Corporativas. Nunca intenté estudiar ingeniería”.

Hasta este punto la historia no es muy halagüeña, y parecería que su madre había perdido la batalla; sin embargo, el cuento dio un giro: “A pesar de esto, solo he trabajado ingeniería a nivel profesional. Hoy entiendo claramente lo que mi madre presagiaba, y me impresiona la gran visión que tenía, pues no me imagino haciendo otra cosa”. Sí, en principio doña Alba había perdido la “batalla”, mas no la “guerra”.

El inicio de MASCO

Él pertenece a la segunda generación de una de las empresas inmobiliarias más longevas del país: ALCO. “Por 24 años trabajé dirigiendo, entre otras actividades, el departamento de desarrollo de proyectos. En esta posición ejecuté múltiples torres de apartamentos residenciales high-end en la ciudad de Santo Domingo.

En ese trayecto, ocupó posiciones directivas en la Asociación de Empresas Inmobiliarias (AEI), en la que se desempeñó por dos períodos como vicepresidente. En los últimos años, participó en la junta directiva de ACOPROVI, colaborando en importantes iniciativas que buscan facilitar las condiciones operativas del sector construcción.

Ya para el año 2014, inicia MASCO, empresa en la que se desempeña como presidente desde su fundación. “En este emprendimiento hemos alcanzado un posicionamiento de mercado óptimo, hemos logrado colocarnos dentro del grupo de empresas con mayor demanda en el sector del concreto”. Gracias a su arduo trabajo, MASCO ha sido galardonada por dos años consecutivos como la empresa de mayor crecimiento en el Segmento Industrial, un reconocimiento otorgado por CEMEX.

Y es que en términos de ventas, MASCO se sitúa dentro de las empresas de “mayor venta de hormigón en la ciudad de Santo Domingo. Con relación al consumo de cemento a granel –indicador clave para determinar los mayores vendedores de concreto del sector– nos mantenemos dentro de las primeras cinco posiciones del mercado a nivel nacional”, dice.

MASCO es una empresa fabricante de concreto que responde a una inquietud del mercado que exige mayores niveles de atención y servicio en el proceso industrial del concreto. “Ya al tercer año de fundada, MASCO se colocó dentro de los primeros cinco proveedores de concreto del sector, influyendo en la forma y los métodos de servicio que, hasta nuestra inserción en el mercado, no existían”.

“Desde nuestra fundación, hemos logrado excelentes niveles de ventas y los clientes más exigentes nos prefieren por el alto nivel de compromiso que asumimos en los proyectos. Como presidente, manejo lo que llamo el proceso de excelencia. Lograr la satisfacción del cliente mediante la verificación de los pasos que intervienen en el proceso industrial del concreto. Verificación de la calidad, no solo del producto que elaboramos, conforme a la norma ACI, sino también la calidad en la colocación, volumen y garantías del servicio posventa”.

Al referirse a uno de los logros de su gestión, puntualiza que es importante el hecho de que habían adquirido una empresa con sus operaciones detenidas; ya para el año 2017 tenían un posicionamiento importante, “y los mayores ratings de preferencia en el mercado. Ese mismo año introdujimos una flotilla totalmente moderna de camiones mixers con sus respectivas bombas modelo 2017, lo cual generó nuevas expectativas en la industria, ya que los clientes que consumen nuestros productos entendieron las ventajas de trabajar con equipos nuevos”.

Hasta ahora, MASCO ha invertido muchos recursos en la formación y especialización de los ingenieros que intervienen en el proceso industrial del hormigón. Siendo el negocio del concreto una industria química que produce un bien altamente perecedero, se requiere de mucho conocimiento, entrenamiento y dedicación para llenar las expectativas del cliente. “Nos preocupamos altamente por facilitar la comunicación cliente-planta, ofreciendo así mayores niveles de calidad en la colocación del concreto”.

Poder interactuar con los distintos promotores de la ciudad y compartir sus experiencias como constructor, de manera que cada proyecto pueda aprovechar mejor las oportunidades que ofrece cada obra en particular, es su mayor satisfacción. “Esta interacción ha generado mucho ahorro y rentabilidad a los clientes que entran en contacto con nuestra empresa, sabiendo que nos convertimos en una solución de los mismos”.

MASCO actualmente se encuentra en el proceso de introducción de MASCO TECNOLOGIES. Esta división ofrecerá soluciones dinámicas acorde con las necesidades de los clientes, “buscando siempre fortalecer la calidad de los proyectos en los que participamos y crear opciones capaces de producir soluciones novedosas y, sobre todo, más económicas. De la misma manera estamos introduciendo productos más cónsonos con el medio ambiente, utilizando inserciones puzolánicas en el concreto, solución que promueve mejores resultados de resistencia en el mismo”.

El camino de la construcción en RD

Evaluando el desarrollo del sector de la construcción en el país, el empresario deja ver muy claro su optimismo: “En términos per cápita, pienso que República Dominicana es uno de los países más dinámicos de la región. Esto va a perdurar gracias al interés del Estado de sostener la estabilidad macroeconómica y tasas de interés atractivas para los potenciales compradores de inmuebles. Este desarrollo ya se expande por todo el territorio nacional. Esto significa que el ciudadano cada vez adquiere mayor capacidad para invertir en un techo digno”.

En lo concerniente al rumbo que tomará el sector en cuestión, prevé un nivel de crecimiento estable por los próximos años. “Pienso que en este semestre superaremos totalmente el impacto que haya podido causar la cuarentena que género el COVID-19. En términos de soluciones al cliente, la ciudad de Santo Domingo se encamina a un proceso de reducción del tamaño de la vivienda, cónsono con el esquema de desarrollo inmobiliario de las grandes urbes. Esto incrementa las posibilidades de la población para acceder a viviendas en los mejores sectores a precios razonables. Será un cambio importante en la densidad del casco urbano, lo cual generará una mayor afluencia de comercios, restaurantes, hoteles, etc., y un giro importante en la cultura de vida del ciudadano”.

“En la parte periférica, las grandes urbanizaciones compiten seriamente con el antiguo sistema de invasión de terrenos. Los potenciales clientes que gozaban de este sistema antijurídico están cada vez más propensos a adquirir apartamentos en urbanizaciones de viviendas económicas, dignas, que cuentan con áreas de esparcimiento que garantizan la buena comunidad y seguridad de sus habitantes”.

Muy personal:

Cuando sus amigos se refieren a él, lo hace con respeto, pero sobre todo con mucho cariño: “Siempre el amigo solidario, caballeroso, amante de su familia, un hijo ejemplar, un hombre creativo, luchador y, sobre todo, un líder que se entrega a la causa. La energía con que enfrenta cada desafío, lo convierten en un héroe de una sociedad que maltrata a las grandes ideas y que entierra sin honra a sus hacedores”, destaca Heriberto Arboleda sobre su entrañable amigo Melchor; mientras que Fernando Rodríguez asegura que “es una persona con la que puedes contar en cualquier momento y pedirle lo que necesites, y ahí estará para ti. Agradeciéndole eternamente su amistad incondicional y su contribución en nuestro trabajo”.

Melchor Alcántara también es muy familiar. “Somos una familia inmensa para estos tiempos –con 5 hijos–. Disfrutamos infinitamente compartir juntos, solo nosotros y nadie más. Subsiste un pensamiento común de que la familia es lo más importante que tenemos y me complace infinitamente ver a mis hijos compartir, pues cuando estamos juntos, tenemos nuestro propio y singular esquema de chistes, comidas, conversaciones y pasatiempos”.

Para lograr todo esto, siempre busca el balance perfecto. ¿Cuál es la clave? “Administro mi tiempo muy bien y mi principal prioridad es la familia. Trato de involucrar a mis hijos en lo que hago, para que mi trabajo les sirva de ejemplo de lo que ellos pueden ser y lograr con el esfuerzo y la disciplina. Al mismo tiempo estoy disponible 24 horas para nuestros clientes y relacionados. Pienso que gran parte de la confiabilidad la genera la disponibilidad cuando se requiera”, asegura.

Melchor es, además, una persona altamente creativa, emprendedora y trabajadora. “Creo en el esfuerzo y en su alta influencia en la suerte del individuo”, agrega este amante de lectura y la guitarra. Melchor también comenta sobre las cosas que le gustan: “Me apasiona la generación de procesos para armar cosas y desarrollar soluciones, con todo lo que ello implica”.

Está casado con Ana María Suárez Bello de Alcántara, con quien ha formado una hermosa familia. Sus hijos son: Ella María (4 años), Mía María (14 años), José Arturo (de 17 años), Antonio Melchor (18 años), quién actualmente inicia estudios de Ingeniería Civil en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC); y Lorena Sofía (de 25 años de edad), graduada en Ciencias de la Filosofía en Xavier University, Cincinnati, Estados Unidos. Actualmente en proceso de maestría en Ciencias Medioambientales.

Dejar la estampa, la marca en proyectos de mayor diversidad en la ciudad es algo que lo llena de satisfacción, porque “cada lugar donde llegamos va lleno de conversaciones, planificación, creación de amigos, aporte de ideas y soluciones que, al final, confluyen en hogares que disfrutan todo ese proceso de que se compone una obra”, dice al referirse sobre cuál sería su mejor legado a la sociedad.