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COPENHILL

COPENHILL

Tres proyectos en uno que promueve la sostenibilidad hedonista. Una planta de residuos donde se pueda esquiar y que al mismo tiempo cuente con un centro de educación medioambiental. Este enunciado parece un poco surrealista, pero en realidad sí existe, se trata de CopenHill, un interesante proyecto que merece estar en nuestra lista de edificaciones sostenibles.

El estudio de arquitectura BIG (Bjarke Ingels Group) fue el encargo de diseñar la planta de incineración de residuos llamada CopenHill, ubicada en Copenhague, Dinamarca. Sin duda una gran obra cuando se habla de combinar tres proyectos en uno: la planta, un centro educativo y un lugar para la recreación de los ciudadanos y visitantes.

El trabajo arquitectónico tomó las referencias de la idea original, que planteaba insertar un espacio público en la zona más poblada de Copenhague, donde el terreno es más limitado. Allí se colocaría una topografía de pista de esquí sobre los almacenes más grandes de la ciudad. En cuanto a su fachada (la de CopenHill), esta sería de ladrillos de aluminio de 1,2 m de alto y 3,3 m de ancho apilados como gigantescos ladrillos superpuestos entre sí.

Las ventanas acristaladas que estarían en medio, permitirían que la luz del día llegara al interior de las instalaciones, mientras que las aberturas más grandes en la fachada, ubicadas al suroeste, iluminan las estaciones de trabajo en los pisos administrativos de la planta.

La tarea no fue sencilla, pues tardó casi tres décadas en materializarse. Según arquitecturaydiseno.es, en un artículo publicado en 2020, la emblemática planta de conversión de residuos en energía de CopenHill, ideada por Bjarke Ingels Group, finalmente fue inaugurada en Copenhague, cumpliendo la mayoría de sus expectativas. La idea que convertiría CopenHill en realidad se remonta a 2002, cuando la firma de Bjarke Ingels Group se llamaba PLOT.

Pero fue en el año 2011 cuando formalmente BIG presentó y ganó el concurso de la realización de la planta de conversión de residuos, un edificio de diez pisos situado en una zona industrial que buscaba convertirse en un modelo ejemplar en el campo de la gestión de residuos y la producción de energía, y en un hito en el campo arquitectónico.

“En ese momento, el proyecto era la iniciativa ambiental más grande en Dinamarca con un presupuesto de 3,5 mil millones de coronas danesas”, indica la revista en línea Arquitectura y diseño; a lo que agrega que, en la parte superior, los expertos pueden deslizarse por la pista de esquí artificial con la misma longitud que una media olímpica, o probar el parque de estilo libre, mientras que los principiantes y los niños practican en las pistas más bajas”.

El proyecto tiene un techo inclinado de 85 m de alto que se dobla tal cual lo hace una pista de esquí artificial, una ruta de senderismo y un muro para escalar.

2011, cuando BIG ganó el proyecto, explicó mediante un comunicado de prensa que “la función principal de la fachada es ocultar el hecho de que las fábricas están teniendo un serio problema de imagen/marca. Queremos hacer algo más que crear una hermosa piel alrededor de la fábrica. Queremos agregar funcionalidad. La ambición de crear valor añadido en términos de funcionalidad no contrasta con la ambición de crear belleza. ¡No tiene que ser uno u otro, puede ser ambos!”.

CopenHill también es conocida por los lugareños como Amager Bakke o Amager Slope, pero sea cual sea el nombre por el que se le conozca, esta planta tiene muy claro cuál es su propósito: quemar 400,000 toneladas de residuo urbano cada año.

“Produce más agua limpia de la que utiliza. Debido a la filtración y otras tecnologías, se espera que la emisión de azufre se reduzca en un 99,5 % y el NOx en aproximadamente un 90%. La planta de incineración es considerada la más limpia del mundo; una característica especial de esta instalación es que la chimenea está diseñada para no emitir su escape de manera continua, sino en forma de anillos de humo, que es en realidad vapor de agua en lugar de humo real.

Alrededor de 503,000 personas se ven beneficiadas de manera directa con la planta de recolección y procesamiento de residuos, en temas de entretenimiento y servicios básicos. Los ciudadanos del municipio de Copenhague son los principales beneficiarios.

Techo verde

10,000 m2 están dedicados a lo que se denomina techo verde, creando un microclima que reconstruye un paisaje biodiverso al mismo tiempo que absorbe calor, elimina partículas de aire y minimiza el impacto de las aguas pluviales.

“Los biólogos han monitoreado la biodiversidad de CopenHill desde su inauguración en 2019. En la última investigación, en 2020, se observaron 119 nuevas especies de plantas y árboles diferentes a las que fueron plantadas”, apunta la oficina de arquitectos a cargo del proyecto.

Bjarke Ingels, fundador y director creativo de BIG, mencionó durante una entrevista que “CopenHill es una expresión arquitectónica flagrante de algo que de otro modo habría permanecido invisible. Es la planta de energía de conversión de residuos en energía más limpia del mundo. Como planta de energía, CopenHill es tan limpia que hemos podido convertir su masa de construcción en la base de la vida social de la ciudad: su fachada es escalable, su techo es escalable y sus laderas son esquiables. Un claro ejemplo de sostenibilidad hedonista: que una ciudad sostenible no solo es mejor para el medio ambiente, sino que también es más agradable para la vida de sus ciudadanos”.

Y esto se refleja claramente en el proyecto, visto que técnicamente el hedonismo es la tendencia en la búsqueda de placer y bienestar en todos los aspectos de la vida. Por lo tanto, cuando se habla de sostenibilidad hedonista, ha de entenderse que esto promulga ser responsables con el medio ambiente, sin tener que perder calidad de vida.

tiempo que absorbe calor, elimina partículas de aire y minimiza el impacto de las aguas pluviales.

“Los biólogos han monitoreado la biodiversidad de CopenHill desde su inauguración en 2019. En la última investigación, en 2020, se observaron 119 nuevas especies de plantas y árboles diferentes a las que fueron plantadas”, apunta la oficina de arquitectos a cargo del proyecto.

Bjarke Ingels, fundador y director creativo de BIG, mencionó durante una entrevista que “CopenHill es una expresión arquitectónica flagrante de algo que de otro modo habría permanecido invisible. Es la planta de energía de conversión de residuos en energía más limpia del mundo. Como planta de energía, CopenHill es tan limpia que hemos podido convertir su masa de construcción en la base de la vida social de la ciudad: su fachada es escalable, su techo es escalable y sus laderas son esquiables. Un claro ejemplo de sostenibilidad hedonista: que una ciudad sostenible no solo es mejor para el medio ambiente, sino que también es más agradable para la vida de sus ciudadanos”.

Y esto se refleja claramente en el proyecto, visto que técnicamente el hedonismo es la tendencia en la búsqueda de placer y bienestar en todos los aspectos de la vida. Por lo tanto, cuando se habla de sostenibilidad hedonista, ha de entenderse que esto promulga ser responsables con el medio ambiente, sin tener que perder calidad de vida.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

El 25 de septiembre de 2015, líderes mundiales adoptaron lo que son los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, un conjunto de metas globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Cada objetivo tiene metas específicas que deben alcanzarse para el año 2030.

En este sentido, y tomando muy en serio sus responsabilidades con el medio ambiente, CopenHill ha hecho sus compromisos y está trabajando para cumplir, sobre todo con los puntos 7 (Energía asequible y no contaminante), 9 (Industria, innovación e infraestructura), y punto 11 (Ciudades y comunidades sostenibles).

De ahí que tenga como metas al año 2030, las siguientes:

– Garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos.

– Aumentar considerablemente la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas.
– Aumentar la cooperación internacional para facilitar el acceso a la investigación y la tecnología relativas a la energía limpia, incluidas las fuentes renovables, la eficiencia energética y las tecnologías avanzadas y menos contaminantes de combustibles fósiles, y promover la inversión en infraestructura energética y tecnologías limpias.

– Modernizar la infraestructura y reconvertir las industrias para que sean sostenibles, utilizando los recursos con mayor eficacia y promoviendo la adopción de tecnologías y procesos industriales limpios y ambientalmente racionales, y logrando que todos los países tomen medidas de acuerdo con sus capacidades respectivas.

– Reducir el impacto ambiental negativo per cápita de las ciudades, incluso prestando especial atención a la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo.

– Apoyar los vínculos económicos, sociales y ambientales positivos entre las zonas urbanas, periurbanas y rurales, fortaleciendo la planificación del desarrollo nacional y regional.

Un punto importante también lo es el Plan Climático CPH 2025, que busca crear condiciones que puedan ser ejemplificadas por otras ciudades de la región: reducir en un 40% el consumo de energía en los edificios municipales con respecto a los niveles del 2010, disminuir a la mitad el consumo de energía para iluminación de la ciudad con respecto al año 2010 e instalar un total de 60,000 m2 de paneles solares en las nuevas obras de construcción municipal. Todas estas metas serán realizadas para el 2025.

Bjarke Ingels Group

Este estudio es reconocido en todo el mundo por sus siglas BIG. Bjarke Ingels inauguró BIG a finales de 2005, tras terminar su relación profesional con el estudio PLOT.

La fama de Bjarke Ingels Group pronto fue creciendo y ganando premios internacionales, entre ellos: Forum AID Award al Mejor Edificio en Escandinavia en 2008; en el mismo año ganó World Architecture Festival Award al Mejor Edificio Residencial, y 2009, MIPIM Award al Mejor Proyecto Residencial, y ULI Award a la Excelencia. En el año 2011, Prix Delarue, Academia Francesa de Arquitectura.

“Dado que la sostenibilidad es inherentemente una cuestión de sistemas complejos, diseño circular y pensamiento holístico, ninguna persona tiene la solución. Como arquitectos y urbanistas, debemos trabajar en equipo con científicos, ingenieros y biólogos, políticos y empresarios, para combinar conjuntos de habilidades y perspectivas, conocimiento y sensibilidad, para enfrentar la complejidad de los desafíos que enfrentamos”, expresan como mensaje en su página web big.dk.

BIG también expone que, como formadores del futuro, “no seremos definidos por nuestros talentos individuales o conjuntos de habilidades singulares, sino por nuestra capacidad de unir las habilidades de muchos para dar forma a nuestro futuro”. En 2010, BIG abrió su sucursal en Nueva York, en donde se les ha encargado el diseño de un rascacielos.

“BIG ha crecido orgánicamente durante las últimas dos décadas de una familia, a una fuerza de 700 colaboradores. Nuestra última transformación es BIG LEAP: Bjarke Ingels Group of Landscape, Engineering, Architecture, Planning and Products. Una plétora de perspectivas internas nos permite ver lo que ninguno de nosotros sería capaz de ver por sí solo. La suma de nuestros talentos individuales se convierte en nuestro genio creativo colectivo. Un pequeño paso para cada uno de nosotros se convierte en un gran salto para todos nosotros”, así finalizan su presentación en el portal.

7 Datos Interesantes

Un gran anuncio
En el año 2011, se anunció que el techo del nuevo centro de tratamiento de residuos se convertiría en una pista de esquí artificial para los ciudadanos de Copenhague y sus municipios vecinos.

Su meta
CopenHill busca convertirse en la planta de conversión de residuos en energía más limpia del mundo, en ser el edificio más alto y más grande de Copenhague, en albergar la primera pista de esquí de Dinamarca y en emitir sus emisiones de CO2.

Un proyecto singular
CopenHill se alinea con el objetivo de Copenhague, el de convertirse en la primera ciudad neutral en carbono del mundo para el año 2025. El proyecto de 41.000 m2 incluye un centro de recreación urbana y un centro de educación ambiental, convirtiendo la infraestructura social en algo inédito.

Energía limpia
Debajo de las laderas, los hornos, el vapor y las turbinas convierten 440.000 toneladas de desechos anualmente en suficiente energía limpia para suministrar electricidad y calefacción urbana a 150.000 hogares.

Otras amenidades
En la parte inferior de la pista de esquí, un bar après-ski de 600 m2 da la bienvenida a los visitantes para que se relajen. A los que no les gusta esquiar, pueden disfrutar del bar de la azotea.

Nuevas instalaciones
CopenHill reemplaza la planta de gestión de residuos de Amager Resource Center (ARC), con más de 50 años de antigüedad. Estas instalaciones de incineración de desechos de CopenHill integran las últimas tecnologías en tratamiento de desechos y producción de energía.

La pista de esquí
9.000 m² es la superficie total que se destinó a las instalaciones para el esquí en CopenHill. Para subir a lo más alto de la pista, se usa un ascensor panorámico que mientras asciende permite ver cómo se realiza el proceso de incineración y reciclaje de la planta de residuos.

 


Construmedia

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