Ser la primera presidenta de la Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana y la más joven en ostentar el cargo, es una responsabilidad que lleva con orgullo y responsabilidad. La accesibilidad ha sido su lema. Su empresa Dominican Access es un emprendimiento social pionero que promueve la inclusión a través de servicios de consultorías de accesibilidad universal para la creación de entornos y productos inclusivos.

Adis Ozuna define su profesión, la arquitectura, como un estilo de vida. Lo justifica en que constantemente exige una dedicación continua y un compromiso firme con la creación de espacios funcionales y que sean capaces de generar emociones. Esta ha sido su cruzada en el devenir de sus años de experiencia dentro del sector. Ha ido peldaño a peldaño en una espiral ascendente que parece no tener límites.

Sabía que quería dedicarse a la arquitectura desde muy temprana edad. Tiene recuerdos hermosos de su infancia; la define como tranquila y feliz, pues reconoce y agradece que sus padres se preocuparon en ofrecerle un entorno estable con muchos valores. Esto entiende que le ha servido para haber desarrollado sus capacidades al máximo. “Desde pequeña, he aprendido de mis padres y hermanos el valor del trabajo duro, la perseverancia y la importancia de apoyarse mutuamente en las dificultades. Siempre he contado con el respaldo incondicional de mi familia en todas las decisiones que he tomado, y han sido un gran apoyo en mi carrera como arquitecta”.

Dentro de estos recuerdos, hay que mencionar que un tío estudiaba decoración de interiores y cuando iba a Santiago de los Caballeros, de vacaciones donde su abuela, podía ver y palpar sus trabajos. Allí comenzó a aprender a hacer perspectivas, y según cuenta, desde ese momento (tendría unos 10 años de edad) sabía que se quería dedicar a esto. Antes de llegar a la universidad fue saciando su hambre de aprender, practicando y coleccionando revistas y recortes de decoración; esto fue caldo de cultivo para optar por esta profesión a la que ama y define como la mejor profesión del mundo.

Cuando llegó a las aulas, conoció a profesores que definitivamente marcaron de manera positiva su paso por la universidad. También da crédito a la oportunidad de conocer grandes amigos, cuya relación se forjó en medio de los afanes propios de las asignaciones y los proyectos a entregar. “De mi época de universidad, mi mayor sorpresa fue descubrir que la arquitectura compilaba tantas disciplinas y que cada proyecto te brinda la oportunidad de conocer muchísimo acerca de un tema específico”, relata apelando a sus recuerdos.

La búsqueda de un lugar donde poder poner en práctica lo aprendido en la universidad le llevó a buscar trabajo mucho antes de graduarse. Asegura que no siempre es fácil y que la primera oportunidad vino en un área que no estaba relacionada con la arquitectura. Sin embargo, fue perseverante, y pocos meses después se encontraba trabajando en una oficina de diseño y confección de muebles. Asegura que una de las claves para lograr esto en poco tiempo, fue su hambre por aprender. Se define como una persona competitiva y agradece que encontró en su camino varias personas que sentían pasión por lo bien hecho; afirma que esto marcó su quehacer profesional desde el inicio.

Entiende que la formación constante es un valor agregado y es por ello que no se quedó sólo con la licenciatura en Arquitectura, también fue tras el título de una maestría, además de una especialidad en Diseño Arquitectónico, así como de otra especialidad en Accesibilidad Universal y Diseño para Todos. De aquí su amor por este tema en específico que ha marcado y definido su rumbo profesional.

 

La arquitecta

Sus propuestas son innovadoras, pero sobre todo inclusivas. Es la creadora de Dominican Access, un emprendimiento social pionero que promueve la inclusión a través de servicios de consultorías de accesibilidad universal para la creación de entornos y productos inclusivos.

Específicamente, sus servicios consisten en ayudar y acompañar empresas e instituciones para adaptarse o abordar proyectos de forma innovadora, guiados por los nuevos paradigmas de sostenibilidad, calidad y competitividad, con soluciones de accesibilidad para todas las personas sin importar su condición.

Esta empresa apuesta por una holística e integral forma de trabajar para la inclusión de personas con discapacidad. Dentro de sus objetivos principales está optimizar los recursos para obtener resultados de alto impacto y lograr que sean sostenibles en el tiempo.

A esto se ha dedicado en cuerpo y alma. Ha puesto pasión, empeño y fuerzas para lograr una mayor sensibilización a todos, para dar visibilidad a una población importante que necesita ser vista y tomada en cuenta.

Con su empresa ha logrado grandes resultados como: el primer parque inclusivo de República Dominicana para la Fundación Nido para Ángeles, la transformación de la cultura institucional del Ministerio de Industria y Comercio hacia la inclusión y la Guía de Atención a Clientes con Discapacidad.

Estos resultados los celebra con júbilo, pues, aunque aún falta mucho por hacer, su trabajo, sin duda alguna, va sentando las bases de un futuro promisorio en este sentido.

Ozuna entiende que en la última década en el país hemos avanzado de manera significativa en aspectos relativos a la inclusión, esto en papel y nivel de concientización. Sin embargo, en cuanto a la accesibilidad universal somos uno de los países más rezagados de la región. A pesar de que contamos con normativas, todavía falta mucho trabajo para elevar el conocimiento técnico de los profesionales que deben aplicarlas y la fiscalización desde el Estado.

“La accesibilidad en República Dominicana ha mejorado en los últimos años, pero todavía hay muchos desafíos que enfrentar en términos de inclusión para personas con discapacidad. En cuanto a infraestructura, muchas de las calles y edificios no están diseñados para ser accesibles para personas con discapacidades físicas. Esto puede dificultar el acceso a lugares públicos, como escuelas, hospitales, tiendas y lugares de trabajo. La cultura de la discapacidad en República Dominicana todavía tiene mucho camino por recorrer en términos de conciencia y comprensión. Las personas con discapacidad a menudo enfrentan estigmas y discriminación, y hay una falta de recursos y servicios para apoyar a esta población. En el país la accesibilidad todavía tiene un largo camino por recorrer para alcanzar la inclusión total, pero hay algunos avances y recursos disponibles para apoyar a personas con discapacidad”, asegura esperanzada de que esto continúe mejorando.

Es por esto que mira la arquitectura más allá de una profesión, pues ella implica una gran responsabilidad social y ambiental, ya que como explica, los edificios que se diseñan y construyen tienen un impacto significativo en el entorno y en las personas que los utilizan. “Es importante que los arquitectos consideremos cuidadosamente el impacto de nuestros diseños en la comunidad y el medio ambiente, y trabajemos para crear soluciones sostenibles y conscientes”, asegura convencida.

A la pregunta de qué entiende que se debe hacer para crear mayor conciencia a los ciudadanos acerca de este tópico, dijo que la accesibilidad universal beneficia al 100 % de la población, no es una cuestión que debe pensarse para las personas con discapacidad únicamente. Debemos ver la accesibilidad como parte inherente del futuro, de un futuro más justo y equitativo, donde las necesidades de todas las personas están cubiertas; las personas con discapacidad, las que van con cochecitos de bebé, los adultos mayores, todos.

“Si bien desde el Estado existe la responsabilidad de crear los marcos normativos y las políticas públicas que mejoren la situación de las personas con discapacidad, todos tenemos la posibilidad de incidir en nuestro campo de acción para mejorar la accesibilidad, ya sea haciendo una rampa con las especificaciones correctas, subtitulando o incluyendo lenguas de señas en un video, poniendo una información en braille. Hay muchas cosas que cada uno desde su propia posibilidad, puede empezar a hacer diferente. La accesibilidad se trata de permitir a las personas que realicen alguna actividad o acción a través de diferentes formas, sin privilegios. Solo se trata de disponer y garantizar los medios que son necesarios para que las personas puedan ejercer sus derechos sin que les cueste más dinero o esfuerzos”, puntualiza.

Presidenta de la Sociedad de Arquitectos

Adis tiene el honor de ser la primera mujer en ser la presidenta de la Sociedad de Arquitectos de la República Dominica, y también ser la más joven en ostentar esta posición. Una oportunidad que ha querido aprovechar al máximo, sobre todo para aportar su granito de arena para hacer de esta sociedad una entidad más organizada y participativa.

“Creo que mi posición es una oportunidad para crear un impacto positivo en la profesión y en la sociedad en general. Ser la primera mujer y la más joven en ocupar este cargo me llena de orgullo y responsabilidad, ya que sé que represento una voz nueva y fresca para la organización. Entiendo que tengo muchos retos por delante, como la promoción de la profesión de la arquitectura, el fomento del diálogo y la colaboración entre los arquitectos y otros sectores relevantes. Los arquitectos tenemos el gran reto de recuperar la participación en la toma de decisión en muchos aspectos importantes de la actualidad”, afirma entusiasmada.

Y, como era de esperarse, dentro de sus planes está que los arquitectos se involucren en la mejora de las políticas y regulaciones en materia de construcción y urbanismo en el país, para garantizar que se construyan entornos seguros, inclusivos, funcionales y sostenibles. No es de extrañar, pues ha sido su bandera y por eso es reconocida.
Tampoco deja de lado el objetivo de fomentar la educación y el desarrollo profesional continuo de los arquitectos, para que estén preparados para enfrentar los desafíos del futuro y sean capaces de ofrecer soluciones innovadoras y sostenibles a los problemas actuales y futuros de la sociedad.

Asegura que desearía dejar una institución más organizada y fortalecida, para que pueda gestionar los medios necesarios para generar el impacto que urge en nuestro país desde nuestro ámbito de actuación. Para ello se ha preparado y está dando lo mejor de sí para que esto se convierta en una realidad de la cual estar orgullosa y para poder abrir paso a toda una generación nueva de arquitectos que, al igual que ella, tendrán que afrontar retos y superarlos.

A la pregunta de cómo visualiza el sector en este momento en que podemos hablar de postpandemia, argumentó que la pandemia llevó a un aumento en la demanda de hogares y espacios de trabajo más adaptativos, que puedan satisfacer las necesidades cambiantes de los usuarios y permitir el distanciamiento social. Se produjo un aumento en la demanda de espacios al aire libre y áreas verdes, lo que ha llevado a una mayor consideración de la sostenibilidad y la eficiencia energética en los proyectos de construcción. “Hacia aquí es que hay que mirar de ahora en adelante en el sector construcción”. Esto trata de enseñar a sus alumnos, ya que su experiencia y deseos de compartir lo aprendido la ha llevado a las aulas de distintas universidades a impartir docencia.

Docente universitaria

Define el ejercicio de enseñar como una experiencia gratificante. “Soy de las que creen que la única forma de perpetuar lo aprendido es compartiéndolo y transmitiéndolo a las demás personas. Si no somos capaces de hacer esto, la información no se convierte en conocimiento. Los retos de estos tiempos son otros, pero es muy gratificante encontrar jóvenes que tienen el interés de aprender. Y luego encontrarlos más maduros y que me recuerden con cariño y que al menos les enseñé alguna cosa o les contagié el amor por la carrera, es suficiente”, asegura con alegría.

En adición a esto, exhorta a sus estudiantes y a todos los que han decidido estudiar arquitectura, la importancia de mantenerse curioso. Argumenta que la arquitectura es interdisciplinaria, lo que significa que es importante tener una comprensión de otras áreas como la ingeniería, la historia del arte y la cultura. “Uno no para de aprender, cada proyecto es diferente y cada cosa que se aprende alimenta nuestro bagaje cultural, lo que nos permite ser cada vez más creativos y atinados en las soluciones que planteamos.
La pasión y el amor por lo que haces es lo más importante, encuentra lo que te apasiona y trabaja duro para desarrollar las habilidades, ya que la arquitectura tiene muchos campos de aplicación. La arquitectura está en constante evolución, por lo que es importante que te mantengas actualizado con las últimas tendencias y tecnologías. Lee revistas especializadas, asiste a conferencias y sigue a arquitectos influyentes en las redes sociales”, son parte también de sus consejos.

La labor del docente no tiene un valor calculable, pues los profesores van a las aulas no sólo a asignar o enseñar conceptos que reposan en libros de textos, muchas veces, igual que Adis, van a enseñar el resultado de sus errores y sus aciertos, y esta experiencia no tiene un costo en sí mismo.

Sobre este particular, nos contó una anécdota que le ha marcado su vida y nunca lo olvida. Explica que en una oportunidad tenía un jefe que le enseñó que la calidad siempre está por encima de todas las cosas. Ante una entrega apresurada, cometió un error y esperaba que el cliente lo recibiera porque estaba dentro del tiempo acordado; sin embargo, su jefe le hizo ver que un cliente puede perdonar un pequeño retraso, si el trabajo queda bien. No obstante, algo mal hecho se queda con el cliente de por vida.

Otra de las experiencias que la vida le ha regalado y que a su vez intenta traspasar a sus estudiantes es trabajar y construir relaciones a largo plazo, no solamente con los clientes, sino también con los suplidores, sobre todo en nuestro país que es tan pequeño. Cuenta emocionada que se ha encontrado con clientes de hace 15 años y lo que recuerdan es su trato, la calidad de su trabajo. Es por ello que es una fiel creyente de que el sello que imprime a todo lo que hace es el de la calidad y el compromiso de ir más allá de las expectativas, no importa el tipo de trabajo, entiende que cada proyecto debe ser tratado con el mismo nivel de atención y cuidado, independientemente de su tamaño o complejidad.

Aunque es muy joven aún, le invitamos a hacer un ejercicio de mirar atrás y contarnos las emociones que le embargan por el camino recorrido. Afirma que siente una gran satisfacción y, sobre todo, gratitud por lo logrado. No quiere dejar pasar la oportunidad de reconocer que ha contado con el apoyo total de su familia, amigos y muchas personas que le han dado la oportunidad. De igual manera confía, pues a lo que aspira siempre, a contribuir de forma positiva, de una manera o de otra, en la vida de algunas personas. No le cabe dudas de que, en ocasiones, como humanos somos proclives a ponernos límites para las cosas que esperamos en el futuro, pero entiende que si somos capaces de fijarnos metas claras, trabajo duro y ser persistentes, es posible alcanzar los sueños.

Su familia

 

Al tocar este punto, las emociones se ponen a flor de piel. Brotan palabras del corazón al referirse tanto a su familia de origen como a la creada junto a su esposo, el ingeniero en Ciberseguridad, Jhoan Pérez Viloria. Define a su familia como un pilar fundamental en su vida, ya que reconoce que son fuente de apoyo y motivación para alcanzar cada meta. Dice que son personas llenas de amor, respeto, solidaridad y gran sentido de unidad. Entiende que su esposo y sus dos hijos son su motor para seguir adelante y trabajar duro cada día.

Precisamente, sus hijos, Enrique e Ignacio, cambiaron su vida por completo. Afirma que sus nacimientos cambiaron totalmente su perspectiva de la vida, pues por un lado sus prioridades comenzaron a ser otras y, por otro lado, sus aspiraciones personales y profesionales también estaban presentes.

“La llegada de mis hijos cambió mi vida en muchos aspectos. Primero, me hizo ver el mundo desde una perspectiva diferente, más humana y compasiva. Ver a mis hijos crecer y descubrir el mundo me ha dado una nueva apreciación por la vida y ha despertado en mí un sentido de responsabilidad hacia el futuro, aumentando también las aspiraciones personales y profesionales. Ser madre me ha enseñado la importancia del amor incondicional, la paciencia, la empatía y el compromiso. Me ha dado una nueva perspectiva y un propósito más profundo en la vida; me ha permitido apreciar la importancia de crear un mundo mejor para las generaciones futuras. Ser madre también ha sido un desafío, ya que equilibrar el trabajo y la crianza de los hijos requiere tiempo y dedicación. Increíblemente, ha sido una experiencia gratificante que me ha ayudado a desarrollar habilidades de liderazgo y ha elevado las aspiraciones personales y profesionales que tenía. La maternidad me ha ensañado a valorar sobre todo mi tiempo, a ser más gentil conmigo y a poner límites sanos”, relata convencida.

A la pregunta de ¿si tuviera que dejarle algo intangible a sus hijos, qué sería?, respondió lo siguiente: “Que sepan que la felicidad, más que una meta que alcanzar, es una construcción diaria. Que aprendan el valor del compromiso y la perseverancia. Me encantaría que mis hijos aprendan a comprometerse con sus objetivos y metas, y a trabajar duro para alcanzarlos, sin importar las dificultades que puedan surgir en el camino.

Me gustaría inculcarles la importancia de tener una actitud positiva y proactiva ante la vida, y de buscar siempre el lado bueno de las cosas, incluso en los momentos difíciles. Que aprendan a valorar y a respetar a los demás, a ser empáticos y a tener un sentido de responsabilidad hacia el mundo y la sociedad en la que vivimos”, puntualizó.

Más de Adis Ozuna

Una frase de batalla: ¡Para cambiar el mundo hacen falta ideas individuales, que se conviertan en pensamientos colectivos y luego en acciones revolucionarias! • Un regalo que nunca olvida: Las coincidencias con personas excepcionales a lo largo de mi vida, algunos momentos más efímeros que otros, pero igual de valiosos para mí. • Mis hijos son: Mi mayor y más divertido reto. • Me compran con: La gentileza y honestidad. • Mi profesión es: La mejor profesión del mundo, un estilo de vida. • Mi país es: El mejor lugar para luchar por un mejor futuro. • Me alegra: Ser útil. • No puedo vivir sin: Café. • El día más feliz de mi vida: Hoy. • Una verdad absoluta: No creo que exista nada absoluto.

 

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