Con casi 18 años de trabajo para IMCA, hoy ostenta el cargo de gerente de Ventas Construcción Pesada & Agregados. Ingeniera Civil de profesión, su paso por esta empresa ha dejado una huella positiva para el sector y para todos los que interactúan con ella. Es decidida, sabe lo que quiere y va tras ello. Tiene la capacidad de liderar de manera integral en busca de resultados que hoy pueden medirse. No se da por vencida, cada día se plantea nuevos retos, nuevas líneas de negocios, que, con su entrega y compromiso, serán superados con creces, como hasta ahora lo ha hecho.

Con coraje y buen tino, Sonia ha ido tras lo que quiere. Este patrón lo interiorizó desde pequeña ya que es la mayor de sus hermanos, la mayor nieta, sobrina y prima. Esto, por supuesto, la dotó de cierta responsabilidad y la convirtió en un referente para su familia. Es más que evidente tanto en lo laboral; sus hermanos también estudiaron ingeniería, uno civil igual que ella, y otro industrial, como también en todo lo que emprende, pues lleva el compromiso de hacerlo bien por los que vienen detrás.

De alguna manera, es una líder innata. Proviene de una familia católica, criada con valores cristianos. En su casa, nunca faltó el ejemplo de sus padres, doña María Acosta, licenciada en contabilidad y don Miguel Pérez, también contador, quienes trataron de inculcarle la honestidad, el servicio, la responsabilidad y sobre todo la pertenencia.

“Mi niñez fue feliz y llena de armonía, donde pude hacer grandes amigos. Viví toda mi vida niñez y adolescencia en el sector de los Jardines del Norte. Recuerdo con mucha alegría cada vez que venía un familiar del querido pueblo de mi madre, Laguna Salada, un pequeño municipio de Mao, pararse en casa de mis padres ya que era casi una obligación.

Mi madre siempre esperaba alguna visita del interior del país y eran acogidos con el mayor regocijo y alegría. Algunos fines de semana, mis abuelos venían de visita y otros fines de semana íbamos nosotros pequeños a visitar, y siempre las vacaciones de verano eran en Laguna Salada. Allá tenía muy buenos amigos que hoy en día se mantienen y, sobre todo, mis tíos y primos, en su mayoría viven allá hasta el día de hoy”, recuerda con una sonrisa.

Dice que aun sus abuelos maternos están vivos y que espera con ansias los fines de semana largos para ir a descansar a su querido pueblo, ubicado en lo que se conoce como la línea noroeste.

Estos mismos valores, estilo de vida sencillo y humilde, ha tratado de pasarlo a sus hijos Meriam y José Miguel, a los cuales define como “todo mi universo”. Meriam cursa el tercer año en Medicina, con apenas 20 años de edad, y José Miguel, con 17 años, está a punto de concluir la secundaria.

No cabe duda de que han tenido en ella un ejemplo a emular. Un camino trazado con huellas indelebles que le han indicado por dónde ir.

La profesional

Su formación ha forjado su carácter. Con 24 años de trayectoria en la industria de la construcción, ha tenido que demostrar que donde se encuentra hoy no ha sido dado, sino ganado a pulso.

“Cuando definitivamente estás en un sector que históricamente ha sido liderado por hombres, para poder insertarme y ser vista, ha sido a través del conocimiento. Siempre recuerdo cómo mis colegas se sorprendían por mis conocimientos claros sobre el segmento de equipos pesados para la construcción, especialmente en la parte técnica”, asegura.

De estos casi 25 años en el sector, 17 han sido en IMCA. Inició como representante de ventas de equipos Caterpillar en el año 2006. Relata que siempre ha contado con el apoyo de la empresa para capacitarse en el área, ya que no escatima esfuerzos por brindar educación a sus colaboradores.

Define a la empresa como una entidad de servicio con marcas de clase mundial. Su visión está enfocada en el crecimiento sostenible, proyectándose como el distribuidor dominante de la región. A su entender, y por la experiencia dentro de la organización, se cumplen a cabalidad los valores de excelencia, servicio y compromiso.

“IMCA es una empresa donde su personal es la prioridad ante los ojos de su CEO, y esto se transmite a través de toda la estructura. No se distingue por géneros, sino por la capacidad de las personas. Es una de las mejores empresas para trabajar en nuestro país. Me ha dado la oportunidad de crecer en base a mi capacidad, de crecer como persona y como profesional. En IMCA hay muchos retos laborales, y esto me llena de satisfacción, ya que es mi motor motivador. Ningún día es igual. Es una empresa que se mantiene actualizada”, asegura convencida.

Aquí ha pasado por diferentes posiciones. Actualmente es la Gerente de Ventas de Construcción Pesada y Agregados. Es responsable comercial de las marcas Caterpillar en equipos pesados, Metso Outotec en equipos de trituración, Trimble y Sotres.

Con su equipo de trabajo ha logrado desarrollar estrategias comerciales funcionales en el sector construcción, que colocan a IMCA como líder en ventas de maquinaria pesada. Además, han llevado a un crecimiento exponencial de IMCA en sus segmentos Global Construction Industries (GCI) y Building Construction Products (BCP), esta última enfocada en las ventas minoristas.

 

En el sector de la construcción

Al ser cuestionada sobre cómo ve el sector después de la pandemia de la Covid-19, Sonia asegura que es uno de los principales renglones de la economía dominicana, ya que aporta grandes recursos al Producto Interno Bruto. Reconoce que en 2020 estuvo paralizado en su totalidad durante unos tres meses, pero en 2022 presentó resultados positivos. Argumenta que el reto para 2023 son los aumentos en los costos de los insumos y materiales de construcción, como el acero, cemento, arena, madera, aluminio, entre otros, además de los cambios bruscos en la tasa de interés.

 

Entiende que el sector turístico ha contribuido significativamente a la industria de la construcción, reflejado en una mayor demanda de viviendas destinadas a alojamiento temporal.

Las tendencias y las tecnologías continúan al servicio del sector de la construcción. En su caso, que se ocupa de maquinarias y equipos pesados, en vez de ver esto como una amenaza, entiende que es una oportunidad, ya que las nuevas tecnologías ayudarán enormemente a la seguridad del operador y a reducir costos. Según ella, la operación remota de los equipos de construcción se está aplicando actualmente en todas las industrias a nivel mundial, enfocándose principalmente en equipos que operan en lugares de alto riesgo, de esta forma se reducen los riesgos de accidentes, lesiones y fatalidades del personal que trabaja en estos lugares, al mismo tiempo que se incrementa la productividad eliminando los procesos disruptivos que ralentizan el tiempo de operación, como cambios de turno y reducción de la fatiga de los operadores por los efectos de la vibración, ruido y terreno accidentado.

En cuanto al papel de la mujer en el sector de la construcción, considera que ha habido avances y que es difícil encontrar discriminación por género en la actualidad. Aunque ella misma ha tenido que demostrar que ser mujer no es un obstáculo para trabajar en temas históricamente denominados para hombres. Nos cuenta que uno de los mayores desafíos que ha enfrentado ha sido romper precisamente con el estigma de que un hombre puede recibir una solución de una mujer que entiende, maneja y opera equipos pesados, y que esa solución agrega valor a la empresa. Aclara que la mujer ha ido ganando ese espacio con su capacidad y talento, por lo que está convencida de que las posiciones son ocupadas no por género, sino por capacidad. Está orgullosa de decir que en IMCA el 52% de sus ejecutivos son mujeres. Además, resalta que recientemente en una actividad realizada por la Asociación de Constructores y Promotores de la Vivienda (ACOPROVI) se revelaron datos interesantes que tienen que ver con el crecimiento de la participación femenina en el sector de la construcción. Estos datos arrojan que ha habido un crecimiento neto del 90% para el año 2022 en comparación con 2021.

“Las mujeres en la construcción son ejemplo de innovación, constancia y dedicación, sirven como referente para los profesionales más jóvenes” puntualiza.

 

Rol materno

Otro de los grandes retos que también Sonia ha tenido que sortear, es quizás el más importante de todos. Se trata de crear una armonía y equilibrio entre su profesión y su familia. Da crédito a la empresa donde labora, pues entiende que esto se logra con el apoyo que ha recibido por parte de sus propietarios.

Define a sus hijos como el motor que le lleva a la felicidad. Una definición bastante interesante, pues para ella la maternidad significa una conexión, un vínculo inquebrantable que incluye formación con valores, responsabilidad, confianza, comunicación, educación, pero principalmente, amor.

“Toda mi vida cambió con la llegada de mis hijos, ya que ellos pasaron a ser el centro de mi vida. Me convirtieron en una persona más fuerte, y me dieron un motivo para luchar y crecer como persona y profesional. Cada día que pasa, aprendo algo de ellos. Y los dos son jóvenes excepcionales que cuentan con toda mi admiración”, se emociona.

Aunque sus hijos ya están bastante encaminados, durante todo el tiempo de su crianza, resonaron en su cabeza las lecciones aprendidas de sus padres y que quiso pasarles a ellos, por entender que son enseñanzas que les servirán para siempre. Algunas de ellas son las siguientes: “La única herencia que yo les puedo dejar es una buena educación”. “El amor no se divide, se multiplica y crece”. “Cuando pierdes no es una derrota, es una enseñanza”. “Nosotros no somos perfectos, pero cada día aprendemos a ser mejores personas”. “No importa lo que recibas de las personas, siempre debes dar lo mejor de ti a los demás”.

A la pregunta de si tuviera que dejarles algo intangible a sus hijos, ¿qué sería?, respondió lo siguiente: “Mi padre siempre ha sido sumamente divertido, mis hijos tienen ese mismo humor, tienen una personalidad divertida o jovial, siempre están intentando alegrar y divertir a los demás utilizando su espontaneidad. Cada día que pasa cultivo en ellos este humor para que nunca les falte”.

 

Más de Sonia Pérez

Una frase de batalla: Siempre en el límite, nunca en tu zona de confort • un regalo que nunca olvido: Mi perro Suki, fue un regalo de mi hermana • Mis hijos son: Todo mi universo. • Me compran con: Un buen vino. • Mi profesión es: Donde puedo aportar a la sociedad mejorando la calidad de vida a través de maquinarias que forman parte del proceso de ejecución de las infraestructuras. • Mi país es: Un estado constante de cambios. • Me alegra: Compartir en familia. • No puedo vivir sin: Mi playa La Ensenada. • El día más feliz de mi vida: El nacimiento de mis hijos, cuando supe lo que era ser madre. • Una verdad absoluta: No hay nada imposible cuando lo haces con fe y amor sin lastimar a tu prójimo.

 

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