Ángel Tejeda llegó a esta posición el 16 de agosto de 2020. Desde entonces, ha desempeñado esta función con ahínco y persistencia. Lo delicado de su cargo amerita que sea de esta manera. La planificación es un proceso al que el Estado dominicano no estaba acostumbrado.

Es tarea de este viceministerio alinear toda la estructura para que ya no se realicen obras por caprichos personales sino atado a una estrategia nacional de desarrollo y un plan de nación a largo plazo.

“La planificación, como lo establece la ley que crea el Ministerio de Planificación, Economía y Desarrollo, es una herramienta importante y transversal para el desarrollo del Estado. De hecho, surge de una crisis, luego de la situación de Baninter, y por el cúmulo de deudas que tenía el país en ese momento. El Banco Mundial le prestó a República Dominicana con el compromiso de que se someta a un esquema de planificación y, de esta manera, sanear la economía del país”, apunta el viceministro.

Desde entonces, los topes presupuestarios y las inversiones no son al azar (o al menos no deberían serlo), obedecen a estudios previos que indican dónde se debe invertir para lograr esos objetivos. Sobre todo, se busca lograr que lo que se gaste tenga sentido. Esto puede ser reducir la pobreza, la marginalidad y aumentar la conectividad vial. Son lineamientos generales sobre los cuales se enmarcan los proyectos del Ministerio y esto obliga a que la inversión pase a través de ese tamiz siendo vinculado a los objetivos de desarrollo de nación y garantizando que sea factible y recuperable.

Es por ello que su objetivo general consiste en planificar los aspectos técnicos tanto en lo relativo a edificaciones como en las infraestructuras viales, a través de la coordinación de cinco dependencias: Dirección de Planificación de Inversiones, Dirección General de Reglamentos y Sistemas, Dirección de Calidad de Materiales y Geotecnia, Dirección de Gestión de Riesgos y Emergencias, y Dirección de Peajes Concesionados.

Como su nombre lo indica, este Viceministerio planifica a nivel de recursos los planes de inversión de las obras que ejecuta el Ministerio de Obras Públicas, en dos fases: una a corto plazo, que es el plan de ciclo presupuestario anual, y otra a mediano plazo, que es la gestión de cuatro años con el presupuesto general.

“Todos los países que han logrado el éxito en su economía es porque se basan o fundamentan en un sistema muy estricto de planificación. No se planifican para un periodo a corto plazo, sino para 20 o 30 años, según el caso”, afirma Tejeda.

Esto, obviamente, representa un gran reto para el país. Desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, lo han asumido como tal. Es por ello que todo el esfuerzo va encaminado a que todas las áreas y sus acciones estén planificadas. Aunque vivimos en un país en vías de desarrollo, hay una brecha de infraestructura enorme. Por ende, se requiere que con los pocos fondos destinados al Ministerio se pueda cubrir una gran necesidad.

“La pregunta obligada es: ¿Cómo invierto lo más inteligentemente posible para cerrar las brechas de desarrollo que plantea nuestro plan estratégico? De eso nos encargamos en este viceministerio”, asegura el también ingeniero civil.

Sin embargo, el país no está exento de emergencias y condiciones climáticas sobre las cuales no se tiene ningún control. En ocasiones, se tiene presupuestado fondos para ser destinados a una determinada obra, pero las tormentas y huracanes que nos azotan pueden cambiar la planificación y retrasar los tiempos de entrega de las obras establecidas. Con estos imprevistos también hay que lidiar para poder atender la emergencia.

“Nos afectó mucho la pandemia. Por razones obvias, teníamos recursos limitados. El gobierno tuvo que otorgar al sector Salud un gran aporte presupuestario, y por supuesto, la salud es primero. Pero a pesar de esto, las obras se fueron realizando y hemos continuado trabajando. Hay que decir que el equipo económico del presidente Abinader ha hecho magia porque ha podido llevar una gran agenda de construcciones pese a un gran desafío económico, porque por la pandemia dejamos de producir”, recuerda.

En cuanto a los avances de este Ministerio, Tejeda no duda en señalar como primer logro el hecho de poder romper con el sistema que priorizaba intereses individuales y no los de la colectividad. Colocar obras que vayan al servicio de la gente en un esquema de planificación de acuerdo a lo que esta exige.

 

 

Menciona la transparencia y pluralidad con la que se han manejado estos años. El aumento de la cantidad de contratistas que existe ahora, en comparación con la encontrada a su llegada en el 2020. Asegura que en el Ministerio hay espacio para todos los niveles de ingenieros: grandes, medianos y pequeños, dependiendo de la categoría de cada proyecto.
Es por ello que, como dijo el ministro Ascención en una oportunidad, “el país está sembrado de obras”. No es una exageración. En su computadora, con dos grandes monitores instalados en su escritorio, procedió a mostrarnos un mapa del país con todas las obras, aquellas que ya han sido entregadas, las que están en proceso de ejecución, así como todos los puntos donde hay una intervención del Ministerio.

Un logro que entiende que también pertenece a esta gestión es lograr poder equilibrar lo invertido en cada provincia. Uno de los criterios que hemos tomado en cuenta para la ejecución de obras es la conectividad de las provincias.

“Había un estilo de hacer mega obras en las zonas donde hay una gran concentración electoral y, por lo tanto, eran muy populares. Nosotros hemos decidido completar esos proyectos viales, por todo lo que implica. El impacto en las personas que residen allí, los productores locales van a poder colocar sus productos de manera más fácil. Eso crea riqueza y desarrollo. esa es la visión que tenemos, convertirnos en un ente de desarrollo y competitividad en República Dominicana a través de la construcción de infraestructura vial”, puntualiza el viceministro.

 

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