ZORAIDA GARCÍA
Zoraida es el alma de su empresa y de su familia. Se dedica a ellas cada día con entusiasmo. Para desempeñar bien sus funciones, no escatima esfuerzos ni recursos. Está convencida de que la preparación constante es parte del éxito en cualquier proyecto. Con 28 años en el mercado, Baccessory continúa siendo un referente en el país. Atribuye su éxito a la resiliencia que han mostrado a lo largo de estas casi tres décadas y a la innovación constante que los mantiene a la vanguardia.
Aunque nació en Puerto Rico, sus padres son netamente dominicanos y así ella se siente. Su padre es oriundo de San Pedro de Macorís y su madre de Santo Domingo. Por negocios, fueron a vivir a la vecina isla y allí procrearon a sus cuatro hijos, siendo Zoraida la única mujer.
El ejemplo del trabajo honrado y persistente siempre estuvo presente en su hogar. Reconoce que tanto don y doña fueron y aún son muy luchadores. Aún al día de hoy, con 82 años de edad, su padre se marcó la meta de reorganizar el almacén de la empresa. A esta labor le dedica varias horas al día, maneja bastante bien la tecnología y participa en las reuniones gerenciales.
Con la llegada de la pandemia de la COVID-19, armó una oficina en su casa para desde allí prácticamente retirarse, pero esto nunca sucedió. No es extraño verlo en el almacén que tienen en el sector Los Ríos, organizando y dirigiendo operaciones para lograr sus objetivos.
Este ejemplo de persistencia, de emprendimiento y no claudicar ante los obstáculos es lo que corre por sus venas, además del trato y la importancia que dispensa, tanto ella como sus hermanos, para con los colaboradores que le acompañan cada día a sacar a flote esta empresa que cuenta ya con casi tres décadas en el mercado. Reconoce que esto lo aprendió desde muy joven y ahora que está de moda en los libros, no es nada nuevo para ellos. Tratan a toda costa de que prevalezca el respeto, el buen trato y un excelente ambiente de trabajo.
Formación académica
Zoraida es licenciada en Mercadeo por la Universidad Iberoamericana (UNIBE). Aunque la primera vez se matriculó en esta casa de altos estudios para la carrera de Decoración Arquitectónica, puesto que la decoración siempre le ha gustado. Sin embargo, se dio cuenta de que era más arquitectura que otra cosa y por eso hizo el cambio.
Luego se fue a San Francisco, California, a hacer un posgrado que mezclaba el mercadeo con el comportamiento del consumidor. Todos estos conocimientos, a su regreso, le sirvieron para la empresa que estaba a punto de nacer.
Zoraida reconoce que le gusta estudiar. No se ha conformado con lo alcanzado en esa oportunidad, sino que trata de mantenerse constantemente leyendo, investigando, haciendo cursos y diplomados que tengan que ver con gerencia, liderazgo, administración, para poder seguir gestionando con los conocimientos necesarios.
Manejo la publicidad y el mercadeo, pero no de lleno. No como me hubiese gustado, porque lo estudié, pero las circunstancias me llevaron a manejar la parte administrativa. A medida que fuimos creciendo, obviamente, pues empezamos a reclutar personal; a medida que mis hermanos se iban graduando, se empezaron a integrar y hoy son parte de la empresa”, relata.
Como todo, el negocio ha ido transformándose; iniciaron vendiendo ventanas y puertas, pero hoy día no forman parte de su amplio catálogo de productos. Cuando iniciaron, no tenían cocina y hoy es una realidad, además de un sin número de opciones donde se impone la calidad.
“Aquí tenemos de todo para baños, las encimeras, lavamanos, inodoros, los espejos, los grifos de lavamanos, las mezcladoras de duchas, las puertas de duchas, paneles. Tenemos también papel tapiz a prueba de agua. Calentadores, jacuzzis de exterior, jacuzzis de interior. Como si fuera poco hemos incursionado en electrodomésticos, cocinas modulares, hornos, máquinas de hielo, los productos institucionales, que son todo eso que se venden en los aeropuertos, hospitales, centros comerciales”, enumera.
También cuentan con todo lo que son los accesorios de decoración como jaboneras, los dispensadores de jabón. En el área de los aromas y fragancias, tienen disponibles los difusores de olor, jabones líquidos, jabones de mano y toallitas decorativas.
Pero, ¿qué los ha mantenido por tanto tiempo en el mercado? ¿A qué atribuye Zoraida no solo llegar a la consolidación de la empresa, sino a seguir siendo referente en relación a todo lo que ofrecen? Ella lo atribuye a la habilidad para adaptarse al cambio y mantenerse a la vanguardia.
“Hemos logrado mantenernos gracias a la famosa palabrita que está tan de moda, que es la resiliencia. Definitivamente, hay que aprender a uno a moverse con el cambio y adaptarse al cambio, sobre todo. Esto es una empresa familiar. Al ser una empresa familiar, también hay que saber que nadie tiene la última palabra, hay que escuchar, todos nos tenemos que escuchar, hay que respetarse, y nadie puede brincar sobre la decisión y/o la instrucción que otro haya dado, aunque no le parezca correcto. Eso a nivel interno, de manera de que no se arme ningún problema de cara ni a un cliente ni de cara a los mismos colaboradores. Con relación a la empresa como tal, evidentemente, nosotros siempre hemos asistido a todo lo que son las ferias fuera del país; cuando aquí nadie visitaba las ferias, nosotros lo hacíamos y eso mantenía a la empresa en tendencia. Cuando Baccessory abrió sus puertas, todo el mundo estaba vuelto loco por la cantidad de cosas que nosotros traíamos, marcas que nosotros empezamos a manejar aquí, que todo el mundo las veía en la revista “Architectural Digest”. Básicamente, nos hemos mantenido en tendencia para que podamos permanecer en el tiempo”, enfatiza.
Sector construcción
Aunque la pandemia es un tema que poco a poco vamos dejando en el olvido, no es secreto para nadie que golpeó al sector construcción y por ende a toda empresa que trabaja en el mismo, sin contar con los problemas con suministros, fletes y demás. El tiempo transcurrido durante y después de la pandemia, fueron decisivos para muchas empresas. Por esto, a la pregunta de cómo pudieron sortear todo lo que se vivió en este tiempo y cómo lograron seguir a flote, Zoraida nos relata que, aunque fueron tiempos muy difíciles, de mucha incertidumbre, dice que tan pronto se reabrió el comercio, las ventas se triplicaron.
“Nosotros le vendemos a lo que son los proyectos, a lo que son los hoteles, obviamente a público en general, público final. El que había arrancado un edificio, un proyecto, o el que tenía cualquier obra en construcción, tenía que terminarlo, no podía quedarse de brazos cruzados. Curiosamente también, durante ese tiempo de pandemia, quienes pudieron, quienes tenían la posibilidad.
económica, se hicieron de sus segundas casas y/o los que ya la tenían, se dieron cuenta de que debían remodelar esas segundas casas o hacerle algunas mejoras. Y eso también, obviamente, nos benefició a nosotros, porque entonces tenían que cambiarle baños, tenían que cambiar la cocina, eso también generó una nueva fuente de ingreso”, recuerda.
Con casi tres décadas en el sector es, sin duda alguna, una voz autorizada para hablar en retrospectiva, de qué ha sucedido en el pasado, que está pasando ahora mismo y cómo vislumbra el sector construcción a futuro.
En primer lugar, considera que ha sido casi un maratón. El dinamismo que está experimentando el sector, que inició hace un par de años, considera que no va a parar por ahora. Según las estadísticas que maneja, se van a construir una cantidad inmensa de habitaciones hoteleras en los próximos dos años, un desarrollo muy positivo para el país, además de otros tipos de proyectos.
“Evidentemente sí, el sector construcción está en pleno auge, tiene años en auge y eso no hay quien lo pare por mucho tiempo”, afirma convencida.
Su familia
Justo el día de la entrevista, Zoraida estaba en vísperas de cumplir 25 años de casada con su esposo Edwin Fernández, empresario, a quien define como un emprendedor innato. Junto a él ha procreado cuatro hijos, curiosamente, igual que en su familia de origen, tres varones y una sola niña.
Alejandro José, el mayor, acaba de cumplir 23 años y ya trabaja en Baccessory. El segundo, José Enrique, tiene 21 años, está estudiando Ingeniería Industrial, trabaja en una empresa de logística. El tercero, José Arturo, tiene 19 y trabaja con su papá. La princesa de la casa, María José, tiene apenas 12 años.
Como es de suponer, mantener los estándares y cumplir con las responsabilidades de una gerente general, junto con la familia creada, exigían de ella mucho tiempo y esfuerzo para poder cumplir a cabalidad con todo. Entre risas, nos narra algunos momentos que vivió mientras criaba a sus hijos y a la vez dirigía el negocio. Nos cuenta que tenía un cuarto en la tienda donde podía tener a sus hijos cerca. Recuerda que en muchas ocasiones jugaban por toda la tienda y a veces, se dormían dentro de los jacuzzis que estaban en exhibición.
Contrario a lo que muchos pudieran pensar que es más fácil siendo propietaria de la empresa poder ausentarse y/o trabajar menos horas, Zoraida estaba convencida de que era, precisamente, todo lo contrario, que su posición en la misma, demandaba su presencia más que nadie. De ahí que se repartía de la mejor manera posible para poder estar a la altura de su posición sin perderse momentos importantes en la vida de sus hijos.