Ángel Salvador es el viceministro más joven que tiene el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones. Su preparación en diversas áreas de la ingeniería le ha permitido ocupar y desarrollarse en diferentes puestos laborales tanto en el sector público como en el privado, asumiendo siempre cada uno de estos con responsabilidad y transparencia.

Hablar con este joven ingeniero es iniciar una conversación con la nobleza hecha persona. Así es Ángel, que haciendo honor a su nombre, brinda un trato afable y cordial, mostrando con esto parte de lo que aprendió en el seno de una familia humilde y trabajadora, procedente del sur del país.

A sus 21 años de edad, Ángel Salvador Tejeda Cuevas ya contaba con un título universitario, pero esto no fue el tope de su intenso deseo por seguir aprendiendo. Y si nos remontamos a sus primeros años de estudio, en el colegio San Gabriel de la Dolorosa, nos damos cuenta de que su pasión e interés por adquirir conocimiento es sencillamente admirable e interminable.

Precisamente de esos años de infancia que vivió en el sector capitaleño 30 de Mayo, guarda muy buenos recuerdos y conserva, además, amistades de aquella época. Fueron los años en que asimiló de sus progenitores (Adanela Cuevas y Salvador Tejeda) la humildad, la capacidad de trabajar duro y el espíritu colaborador.

Confiesa que desde temprana edad supo que quería ser ingeniero. Le gustaba tanto construir «cosas», que sus padres no tardaron en darse cuenta de ello y eso fue el móvil para esos regalos recurrentes donde los rompecabezas y juegos de bloques eran los protagonistas.

En una ocasión, recuerda, también le regalaron camiones Tonka, una marca de juguetes especializada en fabricar camiones pesados para uso de construcción. Para ese entonces, las calles del sector donde nació y se crió, estaban siendo intervenidas para la colocación del alcantarillado y el sistema sanitario. «Jugábamos en las zanjas con nuestros camiones de juguetes cargando la arena y haciendo caminos, construimos autopista de tierra… mi papá siempre me vio con ímpetu, desde ese momento supe que nací para ser ingeniero civil», dice rememorando aquellos hermosos años.

Esos juegos lúdicos, junto a la influencia de uno de los negocios de la familia que tenían que ver con bienes raíces, hicieron que, poco a poco, Ángel se alineara con lo que es hoy día. «Siempre vi procesos constructivos a temprana edad», resalta este funcionario público de padres trabajadores, incansables, alegres, honestos, que se han superado con el pasar del tiempo, tal y como recuerda Ángel.

«Cuando veo el pueblo humilde donde nacieron y se criaron, y los avances que han tenido en cuanto a lo económico, y aún conservan su esencia y esa conexión con sus raíces, entonces valoro más de donde vengo y quien soy, y siempre trato de hacer el bien, porque mis padres me enseñaron a pensar en los demás y a tener ese vínculo de hermandad con las personas que me rodean, sin perder mi dirección de hacia dónde voy».

Con ese deseo de dar lo mejor de sí y tras concluir su bachillerato, Ángel ingresó a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en la que obtuvo el título de ingeniero civil en el año 2012, misma entidad en la que acaba de concluir un máster en Administración de la Construcción. «Lo que más atesoro de mi añorada UASD es que me enseñó a investigar, la metodología de cátedra abierta te permite, como persona, desarrollar tu propio criterio, y eso para mí es muy valioso, aprendes a desmenuzar el concepto en vez de repetirlo».

Carrera en el sector

Antes de obtener su título como ingeniero civil, Ángel Salvador ya era técnico en materia de construcción, y de una manera u otra siempre ha estado involucrado en este sector. A la fecha, ya cuenta con más de 10 años de experiencia supervisando proyectos viales e infraestructuras de edificaciones; además, tiene una increíble habilidad de manejar al dedillo los análisis de costos y presupuestos para edificaciones y, sobre todo, ha desarrollado un buen ojo para la supervisión de obras y controles de calidad.

Por la responsabilidad que ha asumido en sus diferentes trabajos, siempre se ha enfrentado a grandes retos en lo que a gerencia se refiere. Ha sido fiscalizador y supervisor de obras en unidades ejecutoras de proyectos. Como encargado interno de cubicaciones del Departamento de Planta Física de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (2015-2020) estuvo a cargo de la supervisión, coordinación de la supervisión en obras, jefe de proyectos de evaluación, levantamientos volumétricos, elaboración de cubicaciones, recepción y análisis de métricas de laboratorios para fines de calidad; elaboración de informes anuales y memorias de gestión.

A nivel general, sus trabajos en la participación de obras giran en torno a sus funciones como encargado de unidad, supervisor y encargado de presupuesto. En cuanto al área de presupuesto, participó en la remodelación de tramos en la autopista Duarte como contratista de Dovicom. Así como también en la excavación y movimiento de tierras del proyecto llamado Torre Mil57, y en el control de presupuesto operacional en mina y movimiento de tierras en Haití.

Entre las obras en las que ha participado como supervisor, cabe destacar la remodelación de edificios de laboratorios de ciencias, antiguo Colegio Universitario (CU); y el remozamiento del edificio de la Facultad de Ciencias (ambos en la Universidad Autónoma de Santo Domingo); además de haber trabajado como encargado de presupuesto en Ingecompsa (2010-2011). Como contratista privado, trabajó en el diseño y remodelación del colegio Dominico Chino, antiguo Salvador Sturla (2019).

Actividad política

En 2013, Ángel Salvador inició su carrera como político de manera oficial en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Más tarde, pasó a formar parte del Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Admite que siempre ha sido un «revolucionario empedernido», y que se identificó con el discurso que presentó el candidato de aquel entonces, Luis Abinader, ahora presidente de la República Dominicana. En el buen sentido de la palabra, la ideología lo atrapó de tal manera, que entiende es la nueva y mejor forma de hacer política y de crear un verdadero cambio en beneficio de todos.

Sobre algunos de los trabajos que más ha disfrutado en este ámbito, comenta que fue el de coordinador de tecnología en el equipo de la juventud; y para la campaña del 2020, su labor como coordinador nacional de operaciones de la juventud, donde logró crear un equipo nacional con estructuras mínimas de 15 jóvenes, presentes en 13,500 colegios electorales, de 15,000 que fungieron en procesos pasados.

Retos en el cargo

Como viceministro de Planificación y Regulación Técnica del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), el ingeniero Ángel Salvador Tejeda Cuevas ha tenido varios desafíos, siendo uno de ellos el fortalecimiento de la institucionalidad. Entiende que deben cumplir con un rol, y prácticamente han ido construyendo una organización institucionalmente fuerte, con orden y transparencia. Obviamente, eso refleja incontables ventajas y beneficios para el sector construcción, y más en los procesos que se llevan a cabo para determinar ciertas obras.

«Uno de los principales desafíos que enfrenté cuando llegué al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones fue el rescate de la institucionalidad, muchos viceministros no tenían funciones ni roles específicos, no coordinaban ni manejaban la gerencia de las direcciones que tenían a su cargo, cobraban y no tenían responsabilidades exactas. En definitiva, nosotros vamos a transformar esto en calidad de servicios, mejorar procesos», expresa el funcionario.

Considera que este es el año del «arranque económico» y cree que, a través de la inversión pública en el sector construcción, se puede aportar significativamente para que el país empiece a abrirse económicamente. En este sentido, y en vista de que el sector construcción es uno de los pilares de la economía dominicana, en este primer semestre del año las inversiones del Ministerio han sido diseñadas con un enfoque territorial y con mano de obra intensiva, para que estos recursos sean invertidos en cada provincia del país, contribuyendo así con el flujo de capital que alcanzará hasta las esferas más pobres, la clase trabajadora de los pueblos de este país, que son –indudablemente– los que más necesitan, explica el incumbente sobre algunos de los proyectos del Ministerio.

Y para que el sector tenga un crecimiento con gran repunte, el funcionario piensa que la regulación es fundamental: «El sector construcción crece a un paso bastante acelerado, tiene un excelente mercado por el déficit habitacional, sin embargo, debemos planificar y regular ese crecimiento, pues estamos en tiempos modernos donde cada día hacemos conciencia de la limitación de los recursos naturales; por lo que es necesario el acompañamiento del Estado para permitir, a través de una planificación urbana adecuada, la prevención del colapso de los servicios básicos en un futuro».

En ese sentido, agrega que hay zonas cuyo crecimiento es tan acelerado que sobrepasan la capacidad de dichos servicios, además de resaltar que otro factor que interviene en todo este proceso es la seguridad que traen las regulaciones.

El ingeniero opina que el sector privado se mantiene en constante actualización, por eso cada día se conocen nuevas técnicas que deben ser evaluadas de acuerdo a las normas y reglamentos de construcción, garantizando así la seguridad y garantía al consumidor final que es quien adquiere, a través de muchos esfuerzos, su vivienda.

Al hablar sobre los proyectos a corto plazo, el ingeniero afirma que están desarrollando obras emblemáticas: «Vamos en dos direcciones: la primera es el desarrollo de la interconectividad regional. Con las carreteras secundarias, el ciudadano, y obviamente el turista, podrá viajar de una región a otra sin tener necesariamente que pasar por la capital. Gracias al desarrollo del sistema vial, estos proyectos pasarán de un sistema radial, donde todo debería entrar a la capital, a un sistema descentralizado».

El segundo aspecto tiene que ver con «el desarrollo de obras en procura del desarrollo metropolitano y accesibilidad urbana. Estas obras serán nuevos puentes y elevados… son soluciones de tránsito que van a permitir la descongestión del tráfico y la reducción de tiempo de llegada a los destinos y, por supuesto, será un ahorro económico para el país y el ciudadano».

 

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Autor: Construmedia