RAFAEL ÁLVAREZ
ESPECIALIDAD EN ARTES PLÁSTICAS, APEC. CEO BUREAU OF RAFAEL ÁLVAREZ
Inglaterra, China, Malasia, Estados Unidos, Italia y Singapur son solo algunos de los países en los que este artista, en todo el sentido de la palabra, ha dejado su sello. Con aproximadamente 30 años de ejercicio, Rafael cuenta con una indiscutible y probada experiencia en el diseño de restaurantes y hoteles, artífice no solo del concepto, sino también de fascinantes piezas que convergen y distinguen el interior de cada uno de estos espacios.
Diseñador, arquitecto y artista. Quienes conocen de cerca a Rafael Álvarez saben que estas palabras se relacionan con él, mas también saben que no lo definen del todo, puesto que este creativo de alma aventurera es un híbrido de estas y otras más que se relacionan con el arte y la cultura universal.
Rafael Álvarez es graduado de Artes Visuales en la Escuela de Artes de APEC y de Arquitectura en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
Al conversar con este ilustre artista, constatamos que es de la vieja escuela, de los que disfruta muchísimo dibujar a mano, tanto así que nos confiesa, entre risas, que su mejor compañera de viaje es una libreta.
Ha sido largo el camino para llegar a donde está hoy día, y lo más admirable es que aún conserva esa humildad de cuando caminaba a su escuela hogar con una pequeña silla a cuestas.
«El valor que tiene venir de La República, como yo le llamo a la República Dominicana, es una ventaja si trabajas en países como Estados Unidos. No cambio ni he cambiado lo que me enseñaron mis maestros en las aulas, ni fuera de ellas. Vivía a una cuadra de la escuela, y nunca he podido olvidar a doña Flor. Ella tenía una panadería, y en un espacio techado un pizarrón. Todos los días, un grupo de unos siete alumnos tomábamos clases desde las 8 de la mañana», nos narra Álvarez sin dejar de recordar también ese olor a pan fresco que se hacía dueño de aquel espacio.
Gracias a la preparación que recibió de doña Flor y a su propia dedicación, Rafael terminó la secundaria con apenas 12 años de edad. «Recuerdo que cada año me examinaban en una escuela que valoraba el grado, y siempre me “volaban” de curso, como decimos allá».
Para Rafael había llegado la hora de pensar en estudios superiores, pero antes de hacerlo entra a la escuela de Artes Visuales de APEC. «Cuando tenía 11 años gané un concurso de pintura infantil que resultó en una beca para la escuela de arte (que duraba unos cinco años). Allí tuve los mejores profesores de La República: Sousy de Pellerano, Julia Guerra, Cándido Bidó, Guilló Pérez, entre otros grandes de la plástica». Eso le dio la oportunidad de tener el cariño de muchas “madres” y muchos “padres”, refiriéndose no solo a sus maestros de pintura, sino también a sus compañeros de clases que tenían más edad que él.
Con tres años de estudios en historia de arte, y con varios premios y reconocimientos en el área, era un excelente candidato para ser admitido como estudiante de Arquitectura; así que aplicó para ingresar a la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). «En el tiempo que apliqué para estudiar Arquitectura, la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña era muy diferente a lo que es hoy en día. Uno aplicaba y, si salías seleccionado, tu nombre se publicaba en una lista en el periódico. En aquella época la universidad solamente aceptaba 500 personas cada año», y como era de esperarse, Rafael fue admitido.
Antes de destacarse como arquitecto, él ya tenía una prolífica carrera como artista plástico, lo que lo llevó, por así decirlo, a internacionalizarse. Por la calidad de su trabajo fue seleccionado para presentar en bienales de diferentes países y ciudades como París, Brasil, Venezuela, Cuba, entre otros. Finalmente, eso lo condujo a los Estados Unidos.
Pero antes de ejercer como arquitecto fuera de Santo Domingo, en su primer año como estudiante, trabajó con el arquitecto Luis Eduardo Delgado, a quien considera uno de sus padres. También estuvo muy relacionado con Cristóbal Valdez, don Manolito Baquero, Gay Vega, René Alfonso, Guillermo Santoni, Eugenio Pérez Montás, todos ellos sus maestros. «Yo les tengo mucho respeto, y al mismo tiempo un cariño muy especial. Me enseñaron más de lo que ellos piensan».
Proyectos de alta gama
Retomando el tema de cómo y por qué Rafael decide finalmente radicarse en Estados Unidos, tenemos que mencionar por obligación a Altos de Chavón, donde llegó como artista residente por tres meses y estuvo por 10 años. Además de ser profesor, se desempeñó como director de arte y diseño para la fundación.
«Al terminar los tres meses como residente me pidieron que enseñara en la escuela a título de profesor, luego también fui director. Como tal, cada verano teníamos que viajar a Nueva York para revisar los programas de la escuela Parsons». Fue en uno de esos viajes que conoció al reconocido diseñador Adam D. Tihany, con quien trabajó años más tarde.
Ya en la firma Tihany Design en New York, en la que fungió como director de diseño, manejó varios proyectos de alta gama. «Trabajé para la firma por 13 años en proyectos en diferentes partes del mundo». Entre los más reconocidos internacionalmente están: Le Cirque 2000, New York; Le Cirque, Las Vegas, Nevada; Shun Lee Palace, New York; Spago, Chicago; Pignoli Restaurant, Lydia Shire, Boston; Tizio Restaurant, Exedra Hotel, Roma, Italia; Hangar One, aeropuerto privado, Arizona; Lafite Restaurant, Kuala Lumpur, Malasia; Mo bar, landmark building, Hong Kong, China; Amber Restaurant, Mandarin Oriental Landmark building, Hong Kong, China; The Line, Shangri-la Hotel, Singapur; Jade & Summit Shangri-La Hotel, Shanghai, China, entre otros proyectos.
«Cada proyecto realmente es diferente uno del otro y merece tener su propia historia», menciona el diseñador; no obstante, le pedimos hacer memoria para que nos mencione uno que haya sido muy especial. Rafael no duró mucho para contestar que más que especial un proyecto retador fue Mo bar (landmark building, Hong Kong, China).
La idea de este espacio era crear un lugar que durante el día ofreciera un ambiente idóneo para tomar un café o té, y disfrutar de una rica variedad de postres; mientras que por las noches el lugar se convertiría en un sofisticado bar donde se pueda disfrutar de cocteles y cenas. Para esto Rafael diseñó, con las características de un puente levadizo, una especie de puerta para que el bar abriera y cerrara, según la hora del día.
Ya para 2016, Álvarez reúne a sus compañías (Rafael Álvarez Design llc y Álvarez+Brock Design llc) bajo la sombrilla de Bureau of Rafael Álvarez Inc., y decide trabajar cien por ciento de manera independiente. Bajo Bureau of Rafael Álvarez Inc., logra crear nuevos estilos de diseño en lugares emblemáticos como Peking Pavilion, Manalapan, New Jersey; Lucier Restaurant, Portland, Oregon; T&T Bar, Luxor Hotel, Las Vegas, Nevada; Scampo Restaurant, Liberty Hotel, Boston; Izakaya Restaurant, Borgata Hotel, Atlantic City; Rhumbar, Mirage Hotel, Las Vegas, Nevada; Uncle Ted’s, New York; Higüero Restaurant y Arrozsal Restaurant, ambos en Lago Mirador, Santo Domingo, República Dominicana; Uncle Sam’s restaurant, New York; Wall Sé Restaurant, New York City, y Kuo Social Restaurant, Robbinsville, New Jersey.
Honores y premios
- Álvarez ha sido galardonado con la medalla de honor “Ciudadano del Mérito”, entregada por el Consulado Dominicano, Nueva York, 2009.
- “Arquitecto Internacional del Año 2015” por la Sociedad de Arquitectos Dominicanos (SAD) y el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA).
- Premio “Fray Antón de Montesino” en arquitectura. Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD. New York, 2009.
- Ganador del premio “Reign in Spain”, 2010.
- “Premio Wave of the Future” por la revista Hospitality Design. Miami, Florida, 2010.
- Galardonado “por su trabajo como diseñador en el exterior” por el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) y la Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana, Santo Domingo, 2016.
Autor: Construmedia