Justo en la intersección de las calles El Conde y Arzobispo Meriño, en la Ciudad Colonial, se encuentra un antiguo edificio que data del siglo XVI. Se trata del primer cabildo de la ciudad primada de América, que por su importancia histórica y arquitectónica hemos incluido en nuestro especial de Edificaciones emblemáticas de República Dominicana.

 

 

El Palacio Consistorial, primer ayuntamiento de Santo Domingo, es uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad Colonial, de hecho, forma parte del conjunto de monumentos históricos de la ciudad, y que debe estar en tu lista para visitar y conocer más de cerca.

La estructura está rodeada, desde luego, por importantes edificaciones como lo es la Catedral Primada de América (que, dicho sea de paso, se le dedica un reportaje completo en esta edición), y desde luego se encuentra en uno de sus frentes con el parque Colón, denominada Plaza Mayor en aquella época.

Esta gran obra posee características muy singulares, destacando entre ellas sus arcadas que definen una galería, constituyendo así uno de los espacios urbanos más coherentes con el clima tropical que posee la Ciudad Colonial. Otras características de su arquitectura, la veremos en el siguiente espacio mientras nos deleitamos con las espectaculares fotos que apoyan este texto.

Obra arquitectónica

Este cabildo fue remodelado entre 1906 y 1913 por el ingeniero Osvaldo Báez Machado, de acuerdo con DoCoMoMo dominicano, el Comité Dominicano para la Documentación y Conservación de Edificios, Sitios y Barrios del Movimiento Moderno.

Dicha entidad incluyó al Palacio Consistorial en la lista “Patrimonio arquitectónico del siglo XX en la Ciudad Colonial de Santo Domingo”, por ser el primer cabildo de América, cuya construcción se realizó entre los años 1502 y 1504.

Expertos aseguran que uno de los aspectos más notables de esta histórica construcción es la torre del reloj, coronada por una cúpula que se conoce con el nombre de El Vivaque. La misma sobresale por encima de las demás estructuras de la Ciudad, sirviendo muchas veces como referente de la zona para quienes desean dirigirse allí. Es casi imposible acercarse al inconfundible ayuntamiento de Santo Domingo y no detenerse unos instantes para admirar su torre de 29 metros de altura.

Para su reconstrucción, que como ya se ha dicho, fue realizada por el ingeniero Osvaldo Báez Machado, se optó por un estilo neoclásico, muy utilizado en aquella época; esto para hacer alusión a la libertad, la constitucionalidad y la institucionalidad del país.

Lo más destacable de esta pieza arquitectónica de la calle El Conde es el blanco de su fachada, la galería de arcos de medio punto, ubicados en la planta baja y, desde luego, la torre situada en la esquina entre ambas calles.

El Palacio Consistorial es un legado histórico vigente de las distintas etapas por las que la sociedad dominicana ha atravesado, de hecho, a lo largo de su historia ha tenido diversos usos: Cuartel de la guardia haitiana, museo de la ciudad, Biblioteca Iberoamericana, palacio de justicia, sucursal del Banco de los Trabajadores… y Ayuntamiento del Distrito Nacional.

Dicho de manera resumida, la estructura fue levantada como residencia del alcalde mayor, pero en el siglo XIX fue completamente remodelada, otorgándole el estilo neoclásico propio de la época. Años más tarde, en 1913, se le añadió la torre de 29 metros de altura que caracteriza la esquina del actual ayuntamiento, donde se puede ver el reloj.

Ingeniero Osvaldo Báez Machado

Báez Machado, hijo del expresidente de la República Buenaventura Báez y padre del ingeniero Moncito Báez, fue el responsable de la remodelación del Palacio Consistorial en 1906. Nació en Santo Domingo el 8 de noviembre de 1857.

Se gradúa de ingeniero-arquitecto en París, luego regresa a Santo Domingo 1903. Desde la fecha ocupó el cargo político municipal de Ingeniero Director General de Obras Públicas.

De acuerdo a “Imágenes de Nuestra Historia”, Osvaldo Báez “se graduó en el Politécnico de Pont et Chausses, en París, fue por mucho tiempo ingeniero municipal de Santo Domingo y construyó algunas de las más memorables obras neoclásicas en la ciudad, entre ellas, la iglesia de la Altagracia, el hospital Padre Billini y el Palacio Consistorial, las tres a partir de una edificación colonial”.

La fuente consultada asegura que su estilo es ecléctico. “Su composición estilística tiene un marcado acento neoclásico que se hace evidente en el uso de pilastras y columnas de los tres órdenes principales: dórico, jónico y corintio”.

Su hijo, José Ramón Báez López-Penha, fue quien construyó el segundo tramo del malecón de la ciudad hacia el oeste, situado entre la calle Estrelleta, actual plaza Rubén Darío, y la avenida Máximo Gómez.

Este ingeniero es considerado como el pionero de la arquitectura republicana y tímido precursor de la moderna. “Dejó, entre otras obras notables, además del antiguo Palacio Consistorial: el templo católico a Nuestra Señora de la Altagracia en la calle Hostos esquina Mercedes y el Hospital Padre Billini, de 1925.

Entre sus obras también se destacan, según el portal arqhys: “el matadero municipal (demolido) que se encontraba ubicado en el frente del fuerte de San Gil. Construido entre 1905 y 1907,

de estilo Neoclásico. Reconstrucción del Palacio de Gobierno (Casas Reales) finalizando en 1914. Osvaldo remodeló la planta y la fachada, incluyendo una amplia cornisa de ladrillo que, por su belleza, fuera conservada en su última remodelación en la década de 1970”.

También, el Palacio de justicia (demolido) ubicado en la calle Padre Billini, donde está hoy el Instituto de Señoritas Salome Ureña; la puerta monumental del antiguo cementerio de la avenida Independencia, entre otras obras.

 

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